BCN - Castillo de Castelldefels
















Historia

Las primeras menciones de la ciudad se realizan con el nombre de Castrum Felix. Una forma romanizada, Castello de Feles, servirá como semilla para el nombre actual de la población. Durante varios años se castellanizó el nombre como Casteldefels, y así figura en algunos diccionarios de topónimos, si bien está cayendo en desuso desde que se adoptó la forma Castelldefels como única oficial.

El primer asentamiento de la zona data del paleolítico medio y se encontró en la Cueva Fumada. Desde ese momento, la presencia humana parecía constante. Durante el proceso de romanización esta zona costera era un estuario que cumplía la función de puerto natural para el comercio, especialmente del vino de la zona.

La inestabilidad y los constantes ataques en el litoral mediterráneo llevaron a la construcción en el año 1550 del castillo de Castelldefels. El comercio y las guerras transformaron el puerto en un punto de gran importancia y dinamismo.

En el siglo XVIII, después de la guerra de Sucesión, hay un importante incremento demográfico y económico. Castelldefels no tuvo una estructura urbana en los alrededores del núcleo medievales hasta bien entrado el siglo XIX. Hasta entonces, no había más de cien masías dispersas por el municipio.

Con el paso de los siglos, el delta del Llobregat fue formando la actual playa de Castelldefels, principal motor de la economía hoy en día.

A mediados del siglo XX, con la mejora de las comunicaciones, las clases sociales más elevadas de la ciudad vecina, Barcelona, escogieron Castelldefels como lugar de vacaciones. Empieza así la construcción de urbanizaciones que servirán de segunda residencia. El crecimiento poblacional se hizo imparable, reforzado por un movimiento inmigratorio de todos los puntos del país.

Hoy día se puede presumir de una playa de cinco kilómetros dotada de las más modernas infraestructuras y que ofrece la posibilidad de realizar multitud de deportes náuticos en el puerto deportivo. Con una estructura urbanística armoniosa se ha convertido en uno de los destinos más atractivos para disfrutar de la tranquilidad y del ocio.




Lugares de interés


Torres de Vigía

Actualmente se conservan doce. La mayoría de estas construcciones son fruto de la segunda mitad del siglo XVI, a lo largo del cual las incursiones de los piratas bereberes eran muy frecuentes en las costas mediterráneas de la península Ibérica y las Balears. Actualmente la mayoría de las torres son de propiedad privada y no se ofrecen visitas a su interior. Las direcciones de las torres de vigía son las siguientes:

  • Torre Barona: Av. Rei en Jaume. Dentro de las instalaciones del hotel Don Jaime.
  • Torre de vigía: Pl. del Castell, sin número (centro).
  • Torre Moruna: Pl. Torre Moruna (Urbanización Bellamar).
  • Torre Gabriel Folcher: C. Arcadi Balaguer, 106.
  • Torre de Antoni: C/ Isaac Peral.
  • Torre Can Valls de la Muntanyeta: C/ Santiago Rusiñol (La Muntanyeta).
  • Torre Can Moliner: Plaça Major, 41.
  • Torre Climent Savall: C/ Arcadi Balaguer, 116.
  • Torre Fael i Cal Patxoca: C/ 320, 18 – 22.
  • Torre de Can Roca de Baix: C/ Bisbe Urquinaona, 17.
  • Torre de Can Vinyes: Passeig de Can Vinyes, 49.
  • Torre de Can Gomar: Casal de la Cultura de Castelldefels.



Masias

La masía es un tipo de construcción rural típica de Cataluña.
El municipio de Castelldefels tiene numerosas masías de diferentes épocas. Sólo se pueden visitar las que son de propiedad municipal, en las direcciones siguientes:

  • Cal Ganxo: de propiedad municipal, fue reconstruida en el año 1997.
Camí de Cal Ganxo, sin número.
Teléfonos: 935 146 151
Horario: De lunes a viernes, de 8.00 horas a 15.00 horas,
Sábados y domingos, de 10.00 horas a 14.00 horas.

  • Can Vinader: muy cerca del inicio de la carretera de la Sentiu, sede de la empresa municipal Jarfels, S.A.

·         Can Gomar: en la plaza de la Cultura, cerca de Can Roca de Baix; actualmente es la Casa de la Cultura


El Castillo


El castillo se alza en el punto más alto de una colina, en posición dominante sobre la franja costera entre el macizo del Garraf y Barcelona. La mitad meridional del Castillo está constituida por la capilla, originariamente románica, de una nave y transepto, y las dependencias anexas: la rectoría, la sacristía, el cementerio y el patio de acceso. Una serie de caminos de paseo suben poco a poco hacia el Castillo hasta llegar al parque del Castillo, en diferentes recorridos, ricos en vegetación con especies exóticas como la lagundaria Final del paseo marítimo de Castelldefels y el palmito. La cima de la colina es, así pues, un punto óptimo para la observación del macizo del Garraf, la sierra de Collserola, la llanura de Barcelona, la montaña de Montjüic, el delta del Llobregat y la línea de costa.


El parque del Castillo forma parte del barrio del Castell, al nordeste del núcleo urbano, donde ocupa una posición privilegiada entre el castillo y la zona urbana. Limita por arriba con la muralla del castillo y por debajo con una zona de equipamientos deportivos y las calles Bisbe Urquinaona del Doctor Marañón.

La iglesia románica del Castillo

En el siglo X, Castelldefels era tierra de frontera con el califato musulmán de Córdoba. En aquella época, el conde Sunyer encomendó al monasterio de Sant Cugat la organización de lo que en el futuro sería Castelldefels. Bajo la dirección de aquel monasterio se empezó a construir la iglesia de Santa María. La primera noticia documental que tenemos es del año 967.

El Ayuntamiento de Castelldefels compró el castillo el año 1988. El año siguiente promovió el estudio histórico y arqueológico del conjunto y un proyecto para rehabilitar y restaurar la iglesia. Las obras consistieron en la reconstrucción de las   partes afectadas y en el retorno de los colores originales a los distintos cuerpos: blanco a la obra románica y azul a la capilla de la Salud. En el interior se adecuó el presbiterio de modo que también se pudieran ver las ruinas ibéricas y romanas que hay en el subsuelo. Asimismo, se rehabilitó la capilla de la Salud, respetando las pinturas neoclásicas y los grafitos de la Guerra Civil de 1936-39.

VISITAS
Segundo domingo de cada mes